Los cánticos con sonidos sagrados han sido siempre una manera de enfocar a la mente. Realizar este tipo de meditación resulta muy poderosa y efectiva por el efecto de la vibración en los sonidos.
El sonido es vibración, al momento en el que la vibración alcanza el tímpano y es llevada a la mente, se estimula el sistema endócrino, especialmente la glándula pituitaria “la glándula maestra” y la glándula pineal localizada en la cabeza.
Cantar mantras mantiene la mente ocupada, mientras, debemos trabajar con la respiración en intervalos específicos. Es como si cantáramos una canción; la pauta de la respiración debe ser similar a la pauta de respiración de un cantante.
Los mantras están hechos de “sonidos básicos”. Sonidos específicos que cuando se desencadenan, producen una frecuencia. Tenemos 84 puntos meridianos en el paladar y cuando se estimulan con algún “sonido vibrante”, se produce una frecuencia específica. Esta frecuencia pasa desde el hipotálamo hasta la glándula pituitaria, es cuando se liberan las hormonas resultando en un cambio de humor, e emociones y comienza la sanación.
Se han demostrado con estudios en el cerebro, a través de un escáner, los cambios en el cerebro mientras se canta el mantra SA TA NA MA. Después de cantar el mantra, se presenta una fuerte actividad cerebral en la parte frontal derecha y regiones paretales. Estos cambios sólo indican una mejora en el estado de humor y de alerta.
Las vibraciones de los sonidos también pueden estimular el nervio vago (que puede afectar al cuello, mandíbula, corazón, pulmones, tráquea intestinal y los músculos de la espalda), los nadis y los chakras.
Comentarios
Me gustan los mantras
Muy Interesante!